miércoles, 4 de septiembre de 2013

Algunas grietas en la autovía ruta 14


Son pocas pero visibles. Llaman la atención en una obra extraordinaria, que costó miles de millones y que los ciudadanos recién estrenan y disfrutan.
Los usuarios de la flamante Autovía Ruta 14, bautizada José Gervasio Artigas, tienen sobrados motivos para alegrarse. Atrás quedó la “ruta de la muerte”, en la que se formaban interminables filas detrás de los vehículos más lentos, y el sobrepaso constituía una maniobra en la que se arriesgaba la vida.
Si bien las sucesivas inauguraciones de los distintos tramos se hicieron cuando restaban concluir varios “detalles” de obra, como demarcaciones, afirmado de banquinas, terminaciones en los retornos, colocación de guardarrail, etc., justo es reconocer que con el transcurrir de los meses la mayoría de esas deficiencias han sido subsanadas.
El único contraste son las grietas en el pavimento, que, como siempre ocurre, empezaron siendo muy pequeñas, para luego alcanzar extensiones de hasta 50 metros y ensancharse hasta superar los 15 centímetros en algunos puntos.
Las fisuras no alcanzan una magnitud tal como para preocupar al conductor, que apenas si las nota, pero encienden una luz de alarma, si se tiene en cuenta que se trata de una obra flamante, cuya vida útil está recién en sus primeros días. La preocupación se torna mayor si se advierte que el relleno con asfalto no logró detener los agrietamientos, que continúan agrandándose.
Escapa a esta crónica dar a conocer el número exacto de las grietas, pero son estimativamente no menos de cincuenta, visibles entre los kilómetros 150 y 180, aproximadamente.
Algunos ejemplos:
En el kilómetro 151,5, inmediaciones del cruce con la ruta 135, en la dirección sur-norte, hay una grieta de casi media cuadra.
En el kilómetro 156, mano norte-sur, la fisura tiene cerca de 35 metros de longitud y en algunos puntos llega a los 15 centímetros de ancho.
En el kilómetro 157,5, dirección norte-sur, antes de llegar al derivador hacia Primero de Mayo, la rajadura del pavimento alcanza alrededor de 40 metros de largo.
En el cruce con la ruta 130, kilómetro 163, en el sentido norte-sur, una vez que se pasa por debajo del puente se puede ver otra grieta de una treintena de metros.
También en los kilómetros 174 y 175 aparecen grietas, y lo mismo puede observarse en varios sitios, antes de llegar al 180.
Algunas de las grietas descriptas corresponden a la sección 2, tramo 2, entre el Arroyo Colman y la Ruta Provincial 29 (Colonia Hocker), donde el pavimento fue construido por la empresa J. Cartellone. Las restantes fisuras pueden verse en la sección 3, tramo 1, que va desde Hocker hasta Ubajay, construida por la UTE conformada por Vialco, Equimac y Burgwardt.
 
Por el escaso lapso transcurrido desde la inauguración, cabe suponer que aún rige la obligación de las constructoras de reparar vicios ocultos.
Al menos por el momento, las grietas distan mucho de generar algún perjuicio a los vehículos. La necesidad de reaccionar de inmediato se justifica para evitar que se agranden en longitud, ancho y profundidad.
Por último, sería razonable que las autoridades investiguen las causas de estas roturas: ¿insuficiencias en la base?, ¿calidad inadecuada del cemento empleado?, ¿rechazo entre los materiales?, ¿exceso de peso en los camiones? También valdría identificar empresas constructoras responsables y el papel jugado por las consultoras, que controlaron la calidad de los trabajos.
 
Fuente: elentrerios.com
 
Autor: Osvaldo A. Bodean 

1 comentario:

  1. Que grande Bodean, apareció en el blog! Se preveen notas positivas en Técnicas de la Comunicación para esta chica...

    ResponderBorrar